Relojes Autómatas

Louis Vuitton demuestra su avanzado dominio de los relojeros autómatas con la presentación de un nuevo reloj femenino. Con sólo pulsar un botón, la esfera florece en una sucesión de animaciones, gracias al primer movimiento autómata de cuerda automática de la Maison. Movimiento y dinamismo definen al Tambour Fiery Heart, pero aún más provocativa es la revelación que se esconde bajo los exuberantes pétalos y el brillante corazón de su esfera, con la primera esfera esmaltada de fabricación propia de Louis Vuitton.

Louis Vuitton sigue adentrándose en el exclusivo mundo de la alta relojería con piezas automáticas. En homenaje a Bian Lian, el arte del cambio de rostro de la Ópera de Sichuan, la virtuosa decoración de este reloj específico presenta una máscara tradicional que cobra vida y cambia de expresión cuando se le pide. Con una representación artística de 16 segundos, la cabeza del dragón se eleva para revelar las horas, mientras que su cola indica los minutos en el abanico.

Louis Vuitton celebra el impulso hacia un futuro mejor con el Tambour Einstein Automata, creado exclusivamente para la subasta benéfica bienal de relojes Only Watch. Este reloj, una oda a los logros revolucionarios de Albert Einstein, encarna la continua evolución de la Maison en la alta relojería y representa una interpretación de uno de sus retratos más emblemáticos. El intrincado trabajo de grabado de Dick Steenman y el esmaltado en grisalla de Nicolas Doublel se extienden más allá de la caja hasta un mechón del reconocible pelo de Einstein disfrazado de pulsador autómata, que activa cuatro animaciones que cobran vida en la esfera en una intrigante muestra de la hora personalizada.

Con este llamativo reloj de inspiración vanitas, Louis Vuitton ha devuelto al jacquemart su funcionalidad original: con sólo pulsar un botón, el autómata revela la hora a través de un ingenioso juego de la calavera y la serpiente en miniatura de la esfera, al tiempo que emite las famosas palabras de Horacio "Carpe Diem". Rico en simbolismo, el Tambour Carpe Diem tiene múltiples complicaciones muy sofisticadas, como la hora saltante y los minutos retrógrados, con elementos de esmalte de Anita Porchet y grabado de Dick Steenman.