Este llamativo futbolín es el resultado de la incursión de Louis Vuitton en el mundo del ocio y los juegos. La pieza, de elaboración magistral, presenta una parte superior elegantemente contorneada y se reviste en resistente piel Epi. Los jugadores pintados a mano, inspirados en una ilustración de unos palafreneros de 1921, se mueven con unas barras con puños forrados en piel que brindan una sujeción cómoda.