Gaston-Louis Vuitton, el coleccionista
Gaston-Louis, de la tercera generación de "Vuittones", tenía diversos intereses, todos ellos imprescindibles en la historia de la Maison. Guiado por su curiosidad, su particular visión sobre el viaje y el deseo de tratar distintos temas, sus esfuerzos, directa o indirectamente, quedaron vinculados al futuro del negocio familiar.
Erudito y coleccionista desde su infancia, Gaston-Louis acumuló muchos baúles y viejos artículos de viaje que iba encontrando en tiendas de antigüedades o salas de subastas; libros, publicaciones sobre tipografías y, especialmente, pegatinas de diferentes hoteles que se pegaban en los baúles de los clientes. Su sentido de la arquitectura y el diseño confluyó en las colaboraciones artísticas con los artistas más vanguardistas de su época, lo que resultó en la producción de objetos funcionales y estéticos, entre los que se incluyeron pequeñas maletas, neceseres o jarrones.
La selección de objetos presentada en estas series de fotografías buscan mostrar la riqueza y diversidad de su colección: la mayoría de estos tesoros se convirtieron en inspiración para el negocio familiar, otros, como la maleta en forma de baúl “Despatch Box” o el juego de botellas de cristal, son el ejemplo de objetos producidos por la Maison en su incesante voluntad de expandir los ámbitos del negocio y emprender con ámbitos más técnicos.
La maleta, que se convirtió en su maletín personal, representa a la perfección la combinación de la excelencia artesanal con una funcionalidad única representada por una ranura lateral, que permite a su dueño insertar cartas y documentos de manera discreta y confidencial.